Este nuevo concepto permite separar la idea de plaga de la especie animal que la produce, evitando establecer clasificaciones de especies "buenas" y "malas", y facilitando la explicación de por qué una especie es beneficiosa en un lugar y perjudicial en otro
FULMINATOR, además de trabajar en el control de insectos rastreros y voladores, roedores, hematófagos, arácnidos, xilófagos; virus, bacilos, bacterias y maleza; trabaja en el control de serpientes, abejas, murciélagos y otros que puedan convertirse en determinado momento, en una amenaza para la salud, la economía o el bienestar.