Las polillas son animales saprófagos; en la naturaleza contribuyen la fracción de la biocenosis que en la cadena trófica cierra el ciclo de los nutrientes, y en ocasiones se aprovechan de alimentos orgánicos atesorados por los seres humanos, convirtiéndose a veces en plagas.
Se llama polillas en castellano primariamente a diversas mariposas pequeñas y nocturnas cuyas larvas devoran alimentos almacenados o enseres domésticos, tales como ropa y papel. Se encuadran en al menos cuatro familias del orden lepidóptero, los tineídos, los pirálidos, los geléquidos y los tortrícidos, pero también en otras.